Nos volvemos a equivocar, lo volvemos a basar todo en el PIB. La entrada, o posible entrada, en recesión nos está volviendo a hacer perder el norte y parece que solo existen ojos para los datos del crecimiento. Recuerdo que ya hace mucho tiempo, tratando un texto de Clive Hamilton, me encontraba con el siguiente párrafo:
Si la economía no está creciendo, los defensores del crecimiento económico declaran que hemos entrado en una fase de “estancamiento”. Si el PIB está disminuyendo, nos dicen que tenemos “recesión”. Son términos bastante emocionales, pero si nos ponemos a pensar, no hay nada malo en que una sociedad decida no consumir de forma excesiva o quiera gastar menos dinero en algunos productos o servicios. Piense en un mundo donde las personas caminan más y utilizan más la bicicleta para desplazarse, donde menos dinero se gasta en divorcios o en la lucha contra delincuencia, un mundo donde la gente cuida más de su propia salud y por lo tanto necesita menos tratamientos médicos. En un mundo así se gastaría menos dinero en muchos tipos de productos y servicios. Sin embargo, como esto significaría que tendríamos menos crecimiento económico, se consideraría que la economía va mal
La economía va a ir mal durante mucho, mucho tiempo, y tenemos que adaptarnos a unos niveles de crecimiento bajos, o a un crecimiento negativo en lo que respecta al PIB.
El que tengamos que adaptarnos no quiere decir en ningún momento que tengamos que admitir que una gran parte de la población va a tener problemas para vivir. Lo que significa adaptarnos es que la sociedad tiene que repartir de forma diferente los bienes. Realmente tenemos que responder a dos preguntas, que son las que nos importan.
¿Podemos generar empleo con un PIB a la baja? Claro que sí.
¿Podemos cambiar el modelo de consumo? Complicado y lento, pero también confió en que sea posible.
La respuesta a la primera es muy clara, para generar empleo sin que afecte en nada o casi nada el PIB (en nuestro país) lo único que tenemos que hacer es acabar con un porcentaje importante de la economía sumergida. ¿Cómo hacerlo? Pues dando todas las herramientas para que aquellas personas que puedan generar ingresos de 400 a 1500 euros al mes con una actividad lo hagan de la forma más sencilla posible. Acabar con los trámites de creación de empresa, y sobretodo eliminar de una vez esas cuotas de autónomo. Se puede hacer, somos de los pocos países que las tenemos, y nuestro sistema de seguridad social no se resentiría tanto como nos dicen.
Para cambiar el modelo de consumo necesitamos que nos lo metan en la cabeza a base martillazos. Como el único martillo que nos entra es aquel que nos toca el bolsillo, pues parece ser que es la solución buena. Necesitamos impuestos DIRECTOS que cambien nuestros hábitos. Necesitamos impuestos que nos hagan ver que nada es gratis, necesitamos impuestos que nos hagan entender que cosas que hemos asumido como “indispensables” realmente son lujos. Al mismo tiempo tenemos rebajar los impuestos generalistas. Rebajar todos aquellos nos pueden hacer pensar que estamos pagando la sociedad a los otros. En resumen, menos IRPF, y más peajes. Más impuestos por tener mascotas, mas tasas de aeropuerto, pagos simbolicos por sanidad, cualquier cosa que sirva para que entendamos que estamos usando unos recursos y no podemos malgastarlos.
El decrecimiento no es malo, como tampoco es tan bueno el crecimiento. El PIB se tiene que desglosar y ver en que crecemos o decrecemos. Lo que es verdaderamente malo es el paro, como lo es el hambre, o lo es la miseria. Saquemos a las personas del paro, o de la economía sumergida. Las tenemos que sacar con una legislación que les de todas las facilidades y al mismo tiempo les castigue si no lo hacen. Pero las facilidades tienen que existir previamente.
Si la economía no está creciendo, los defensores del crecimiento económico declaran que hemos entrado en una fase de “estancamiento”. Si el PIB está disminuyendo, nos dicen que tenemos “recesión”. Son términos bastante emocionales, pero si nos ponemos a pensar, no hay nada malo en que una sociedad decida no consumir de forma excesiva o quiera gastar menos dinero en algunos productos o servicios. Piense en un mundo donde las personas caminan más y utilizan más la bicicleta para desplazarse, donde menos dinero se gasta en divorcios o en la lucha contra delincuencia, un mundo donde la gente cuida más de su propia salud y por lo tanto necesita menos tratamientos médicos. En un mundo así se gastaría menos dinero en muchos tipos de productos y servicios. Sin embargo, como esto significaría que tendríamos menos crecimiento económico, ¡se consideraría que la economía va mal
Tal como están las cosas ahora lo más urgente es reformar la forma de crear empresas y la ley de autónomos, y si es antes de seis meses mejor que mejor.
Dejo un articulo donde tratan la idea de utilizar el decrecimiento como salida a la crisis. Ellos nos indican que los recursos son finitos, y lo son, pero en ningún momento indican el trabajo como un recurso. Desde mi punto de vista este va a ser, o ha sido, el primero en acabarse.
http://periodismohumano.com/economia/decrecimiento-como-alternativa-a-la-crisis.html
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